octubre 28, 2015

Mañana, quizás.

Un moribundo paseando entre llamas
los pies me arden, la piel se desgarra,
siento el olor de mi esperanza esfumada
el dolor es insoportable, casi trascendental.

Pareciera que el fin está cerca
que ya nada queda por hacer..
el letargo de mi existencia podría desaparecer
las nubes de tormenta cargando la tempestad 

Un agujero en la pared, por el que miro a través
allá en la distancia no hay colores, no hay dolores
puedo cambiar de rostro y recuerdos del ayer
puedo crear un nuevo y colorido amanecer.

La muerte es el pensamiento recurrente que visita mi mente
parece que coquetea con mi mortalidad
mientras bailan al compás de mi pulso humano
apostando quién ganará el siguiente vals

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